No contentos con actuar fuera de las reservas de animales y santuarios, los cazadores furtivos han empezado ahora a colarse en estos sitios para seguir asesinando.
La caza furtiva debería ser ya cosa del pasado, pero sin embargo nos sigue dejando imágenes tan tristes como estas. Todo ocurrió recientemente, cuando por la noche en el santuario Emoya Big Cat Sanctuary, en Sudáfrica, fueron asesinados dos leones.
Estos animales habían sido rescatados tras sufrir terribles abusos y se encontraban por fin en paz. Los leones se llamaban José y Liso y fueron salvajemente asesinados.
Los cazadores furtivos cortaron sus cabezas, las patas y sus pieles sin compasión. No fueron descubiertos hasta el día siguiente, pero ahora el santuario tiene vigilancia constante para evitar actos como este.
José y Liso eran los dos leones que han sido asesinados en el santuario donde vivían
Se cree que los cazadores querían utilizar las patas y la piel como trofeos o incluso vender sus huesos
No está claro si los leones fueron primero envenenados o si estaban vivos mientras los mutilaban
Los dos leones eran parte de un grupo de 33 animales de circo que habían sido rescatados de Perú y Colombia en 2014
La fauna en este continente cada vez se encuentra más amenazada por la caza furtiva desenfrenada
Se cometen auténticas atrocidades sin pensar nunca en los animales
El santuario está ya investigando los hechos, pero si no actuamos ya, situaciones así podrían acabar con todo lo que conocemos hasta ahora
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