Es típico ver que las chicas de las flores en las bodas estén en un rango de dos y siete años. Sin embargo, siempre existe una excepción para la regla.
Una abuela de 83 años de Kansas demostró que la edad no es nada más que un número al servir como chica de las flores en la boda de su nieta Brenna.
Brenna tiene una excelente idea
Brenna Kleman fue en contra de la corriente cuando le pidió a su abuela que fuera la chica de las flores en su boda. Brenna sintió que su abuela haría un excepcional trabajo y también pensó en que esa función haría que su abuela se sintiera muy feliz. ¿Quién podía decirle lo contrario?
Según Good Morning America, la abuela de Brenna aceptó la oferta de su nieta con mucha alegría. Comentó que estaba emocionada y que se sentía bendecida.
Brenna, una enfermera certificada, reveló que la idea vino de una de sus pacientes. La mujer le dijo a Brenna que había sido una chica de las flores en la boda de su nieta. Esta maravillosa idea añadió unos cuantos momentos emocionantes a esta especial ocasión. Nadie dudó en tomar fotos de la forma en la que la abuela de Brenna desafió la tradición.
La abuela casi se roba el show
Los invitados no podían parar de sonreír mientras la abuela caminaba por el pasillo. La anciana señora comenzó a derramar lágrimas. Parecía que estaba feliz, emocionada y nerviosa. Sin embargo, logró mantener la compostura y terminar con la tarea de forma perfecta.
"La edad no importa", contó para GMA el novio, Brock Kendall. "La abuela tiene 83 y luce joven y muy lúcida, está por ahí saltando y arrojando flores".
Este conmovedor momento también impactó a todos los presentes. Brenna comentaría más adelante que su abuela le dijo que simplemente deseaba hacer un buen trabajo. En cualquier caso, Brenna sabía que su abuela no la defraudaría.
Thomas Felts, el fotógrafo de la boda, captó increíbles imágenes de la abuela saltando en su hermoso vestido granate. Es justo decir que Felts estaba impresionado de que la abuela de Brenna estuviera llena de tanta energía.
Los abuelos de Brenna han estado casados por 63 años. Afortunadamente, lograron ver a su nieta unirse en sagrado matrimonio con su esposo. El abuelo de Brenna había estado atravesando algunos problemas de salud, pero se niega a permitir que eso lo apague. Puede que ya no pueda lucirse en la pista de baile, pero no le importó ver a su esposa hacer los pasos de baile más modernos en la recepción.
Ver a dos personas intercambiar votos con la intención de estar juntos por siempre es una maravillosa experiencia. Sin embargo, el rol de la abuela hizo especial esta boda.
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