Los puentes unen. Son estructuras que pueden llegar a ser una verdadera obra de arte. Los hay de mil y un tipos, desde los puentes viejos de piedra que son más bucólicos a los más modernos plasman la imaginación del arquitecto y consecuentemente permiten desarrollar la nuestra y al mismo tiempo son muy prácticos. Los 4 puentes siguientes son una muestra de ello.
Puente móvil en Paddington, Londres
En colaboración con Knight Architects y los ingenieros estructurales AKT II, se alza este ingenioso puente que, a primera vista, parece como si se estuviese cayendo sobre su propio peso pero que, en realidad, se pliega como si de un abanico corriente se tratase.
El puente se compone de 5 vigas de acero que se abren y se cierran secuencialmente, elevándose en diferentes ángulos a través de los gatos hidráulicos debidamente instalados y asistidos por contrapesos.
Esta maravilla se encuentra en Paddington, y abarca todo el ancho, unos 20 metros, del Gran Union Canal.
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Puente rodante de Paddington Basin
En 2004, la firma de arquitectos Heatherwick Studio instaló la estructura Rolling Bridge en Paddington Basin (Londres).
Ellos, en vez de diseñar un puente rígido, se decidieron por uno rodante que se abriese lentamente mientras se enrrollaba sobre si mismo. De este modo, el puente recto para peatones se transforma en una estructura circular.
Tiene 12 metros de longitud, y se compone de ocho secciones de acero recubiertas de vigas de madera de color oscuro.
En el siguiente vídeo, se aprecia como va cambiando poco a poco la curvatura del puente.
El Acueducto Veluwemeer en Holanda
Se trata de un acueducto navegable que se sitúa sobre la carretera N302 cerca de Harderwijk, al este de Holanda. En concreto, se encuentra bajo una parte del lago Veluwemeer, conectando la parte continental de Holanda y Flevoland. Esta última es considerada como la mayor isla artificial del mundo.
Desde 2002 está abierto al tráfico, y tiene 25 metros de largo y 19 de ancho. Su profundidad es de 3 metros, permitiendo a los botes de pequeño tamaño pasar a través de él.
Aproximadamente 28.000 vehículos pasan todos los días. Se han construido senderos a cada lado del acueducto para que el público pueda disfrutar de la vista.
Puente de Moisés en Holanda
No es de extrañar que se bautizara con el nombre del Puente de Moisés ya que parte, literalmente, las aguas en dos. Esta vez, los artífices de este fenómeno han sido el estudio de arquitectura RO&AD Architecten.
El objetivo de tan singular arquitectura fue unir las dos orillas que quedan separadas por una masa de agua que rodea la fortaleza Fort de Roovere, del siglo XVII. Por ello, era de vital importancia que la estructura no rompiese el paisaje natural por donde iba a ser instalado.
Desde lejos, el efecto óptico es único. Desde cerca, una experiencia inolvidable que hará que puedas presumir de haber caminado sobre o bajo las aguas, según prefieras contarlo.
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